Su curiosidad inconmensurable fue siempre más allá de lo tocante a su profesión. Así forjó su libro «Las Paradojas de los Colectivistas», bajo el auspicio de Editorial «Entre Zorros y Erizos».
Oscar Astroza Natali, es médico veterinario, MBA, Diplomado en Liderazgo, académico asociado de la Universidad de las Américas, ensayista y escritor. No obstante, su pasión por la filosofía política, parece que ya lo abrazó de por vida.
Estudiosos del tema señalan que la intervención selectiva del Estado en cualquiera de los mercados, además de crear un precedente, altera el funcionamiento, incluso del mercado que se pretende defender. Por ejemplo, si el Estado interviene en la propiedad de los medios de información, eso lleva al control del mercado de las ideas, pero si actúa sobre el mercado de la información también se pueden afectar los mercados económicos. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Creo que la evidencia y el sentido común de nuestras propias experiencias en la vida, lo confirman. El mercado es simplemente un lugar en donde personas se juntan libre y voluntariamente para transaccionar «cosas», en donde unos ofrecen cosas que otros valoran, y para poder ofrecer cosas que otros valoran, debemos conocer y entender los deseos de otro. Y esa interacción y empatía, solo es posible si todos tenemos la libertad de poder tanto ofrecer al otro algo que el otro desee, y el otro tenga la libertad de comprarlo libre y voluntariamente, y eso es lo que caracteriza al mercado. Por ello, intervenir, coarta esa capacidad de interacciones, estandariza las cosas, volviéndose opacas y sin valor, y cambiando la libertad de individuo a poder decidir qué y cuándo adquirir algo que desea, a ser obligado a adquirir algo, de ahí, que la intervención de los medios es realmente peligrosa, porque la gente debiera siempre elegir de quien y como ser informado, entretenido o instruido, y no obligado a serlo de una forma escogida por un burócrata a cientos de kilómetros.
Una de las críticas que se hace a los liberales es que al optar por la libertad lo hacen en desmedro de la igualdad, en circunstancias de que estas serían dos aspiraciones igualmente legítimas del ser humano.
Creo que la única igualdad que debe optar y exigir cada ser humano, es la igualdad que el Estado y la justicia imparte para cada cual, sea hombre, mujer, de la religión o la etnia que sea, lo demás, solo son ataduras que no reconocen la diversidad de nuestra propia especie, nuestra propia individualidad y deseos, ya que, cada cual tiene sus propios dones, anhelos y sueños, y por ello, las decisiones y esmeros de la vida, nos llevarán si o si, a caminos y resultados distintos, por ello, pecar en la ingenua idea, de que todos debemos llegar al mismos lugar, es simplemente expurgarnos de la misma realidad. La igualdad como fin en lo material o en lo comportamental, es una jaula a la misma naturaleza humana, no es posible lograrla sin coartar la libertad de cada cual, por ello, todos los intentos que las han tratado de llevar a cabo, han terminado en matanzas y esclavización de esas mismas sociedades, de ahí que fueron miles los que huyeron de la igualdad soviética, la china en el tiempo de Mao, o de la igualdad cubana que tanto aun idolatran los cada vez menos comunistas chilenos, y la ahora último igualdad venezolana.
Quienes deseen obtener el libro de Oscar Astroza, pueden escribir a Editorial Zorros y Erizos
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